La matriz ideológica de Cristina
por Diego Valeriano
Por más que lo intenten, no está en el
ADN enfriar la economía. De no hacerlo terminaban chocando antes del mundial,
pero no se lo creen. Y como todo es cuestión de creencias, no les va a salir.
Hablando de creencias, ayer Cristina nos decía que ella cree en el desarrollo
de la economía a partir del consumo. Ella sabe que el consumo libera, lo
comprobó en estos años, lo aprehendió en estos años. Aumentar la capacidad de
consumo de todos los argentinos como hizo el kirchnerismo mutó la matriz
ideológica de Cristina. La devaluación es contraria a esta matriz. A emitir que
se acaba el mundo.
Pasa algo y después se explica de mil
manera convenientes. Diciembre -que es el mes más claramente expresivo- aun no
terminó, siguen detonando bombas pequeñitas. No existe la “puja distributiva”:
la pelea es por el consumo y se da de forma más bien capilar. Una capa, otra
capa y otra capa más. Voy cumpliendo como puedo... Como todos los días de
nuestro diciembre, cada quien hace su juego, habla y actúa en consecuencia.
Creo que hay una alteración del orden en que suceden las cosas. Saqueos,
festejo de la democracia, ola de calor, palometas… me incomoda el orden en que
están presentados. No dicen cabalmente todo lo que va a suceder.
No hay duda alguna que la juventud
maravillosa va a defender los pilares fundamentales de esta década: en la
calle, con el cuerpo y desde los genes. Como lo hizo en diciembre, como lo hace
ahora. Pero no aceleren sus corazones militantes, no hablo de los muchachones
de pechera. Hablo de la verdadera juventud maravillosa, de la que brotó bajo el
sol de esta década, la que tiene mensajes urgentes y simples del futuro.
Genotipo y fenotipo de la liberación, vienen bancando este proyecto. Solo que lo
hacen en moto y por calles paralelas para evitar los controles policiales.